Me imagino a Baricco trabajando. Es un cuarto chico, iluminado sólo por una ventana (¿al mar?). Él sólo existe para la máquina de escribir y el universo que de allí nace.
Escribe con ritmo, con tiempos, con espacios, con silencios.
Se lee “entonces ella le tomó la cara…” y la música, que apenas me doy cuenta acompaña la escena, entra en un movimiento mezzo. Pero, conforme empieza a subir la escena, el tempo crece hacia un forte y de golpe caigo en cuenta: la música que se escucha son sólo los teclazos del escritor en la máquina.
Estoy, desde hace algunos días, leyendo (y en gran parte releyendo) “Océano Mar”, definitivamente entra derechito a mi top 3. Con sólo leer las primeras 4 páginas se entiende el texto anterior. Quien ya lo haya leído, no me dejará mentir.
Yo creo que sigue “Seda”
te lo dije!!! es uno de los mejores libros en todoooooodo el mundo… 😀 [ me da molto gusto que lo estes disfrutando tanto si que si ]