¿Ubicas cuando un taco es bueno, pero en realidad sólo es el vehículo para la salsa que lleva? Cuando es la salsa es en sí el manjar del plato… así sentí El Expreso del Sol, de Tomás González.
Tras haber leído su brutal novela La Luz Difícil, libro redondo, me topé con este libro de cuentos… que es eso: un taco bueno, pero la salsa lo opaca.
La construcción tan íntima de cada uno de los personajes que van apareciendo conforme avanza cada historia y en cada cuento nuevo es brutal, uno a uno. Cuentos, muchas veces, sin buenos o malos, o el bueno es el mismo que el malo; la esperanza se entreve en algunas historias, muchas veces sin llegar a cristalizarse, o peor aún: siendo cortada de tajo.
Conforme los cuentos pasan, el hilo conductor se hace borroso, pero regresamos a lo mismo: lo entrañable que llega a ser cada personaje.
El Expreso del Sol, Tomás González, ★★★★☆ [en amazon | en goodreads].
Las historias son todo lo contrario a extraordinarias. Si no fuera porque se mete en la mente de los personajes uno bien podría decir que son crónicas de lo cotidiano. Historias que le pasan a cualquiera: despechos, muertes, negocios malogrados, la enfermedad de un familiar, la mordida de un perro