Ensenada es la puerta al Valle de Guadalupe y su increíble producción vitivinícola 🍷, pero la ciudad portuaria tiene méritos propios (desde siempre) para considerarse uno de los destinos culinarios más importantes del país. Para una boda decidimos irnos un par de día antes para disfrutar la ciudad (comer), ver sus alrededores (comer) y caminar por la zona (comer). Al regreso nos dimos cuenta que cada paso caminado, cada museo visitado, cada tienda que entramos a curiosear valió la pena… 2 kilos de más entre pecho y espalda.
Ensenada
Aunque la doctora había vivido allá hace algunos años y tenía claro a qué lugares no podía no-ir, esta pregunta en twitter nos abrió el mundo:
Banda, ¿recomendaciones para un viaje corto a Ensenada que –esta vez– no incluyan Valle de Guadalupe?
Estaré con una persona local, pero siempre es bueno escuchar todo tipo de recomendaciones.
— beco 🇲🇽 (@beco) December 8, 2021
5 Manzanilla
Muy bueno, algo intenso y a lo mejor abarca demasiado, creo que (¿pudo haber sido el servicio?) nos quedó a deber.
Acá está Manzanilla en google maps.
4 Wendlandt Brew Pub
Wendlandt Brew Pub. Sólo chela, ¡pero qué chela! Muy a la par de Agua Mala, pero este lugar nos fue un poco más acogedor 🍻
Este oasis de cerveza lo encuentras por acá.
3 El Gordito
El Gordito (carreta). Sencillas (que no simples), salsas espectaculares. La de ceviche de atún merece un monumento.
2 La Guerrerense
Tostadas mundialmente famosas (literal), haciendo gran honor a su tradición, una exquisita bomba de sabores; cacahuate sobre almeja chocolata, por ejemplo. Mezclan sabores que no es común (y para algunos no será
Chiste(?) ñoño: tiene su chiste echarse una campechana con la guerrerense en baja california (badum tss!)
1 Muelle 3
Muelle 3. El lugar, el servicio, la frescura, la complejidad bien explicada…
Mención especial las langostas 🦞 de Puerto Nuevo
A poco menos de 70 kilómetros al norte de Ensenada, hacia Tijuana, está este pequeño pueblo pesquero que es un oasis de Langostas, y aunque las hay de millones de formas de preparación, a la mantequilla con su medio kilo de tortillas y frijoles al lado es como en este lugar se debe de pedir, este plato debería ser considerado patrimonio de la humanidad.
Todos los restaurantes del pueblo se especializan en langosta, pero el más referido por la gente de la zona, al que fuimos fue Angel del Mar, acá en Google Maps.
¿Qué cámara usé? 📸
Para este viaje me llevé la Canon 5D y dos lentes: el Sigma 24-70 DG OS | Arts (con montura EF) y el Sigma 14-24 f/2.8 DG HSM | Arts (montura EF).
Típico chilango que solo conoce lo básico y hace sus “críticas”, quédate con tus bolillitos, “bro”.
Venga, échame tus 5 lugares favoritos para ir ahora que vuelva…