El descubrimiento de Machu Picchu es todo un tema. «No se necesitaba descubrir algo que siempre supimos que estaba allí» es un comentario común en la zona del Valle Sagrado, aludiendo a que internacionalmente se reconoce al explorador estadounidense Hiram Bingham como el descubridor de la zona arqueológica inca más famosa del mundo en 1911. Pero como tantos temas en la historia… es (muy) complicado.
Hay documentos y mapas que demuestran que el sitio era conocido por extranjeros en el sXIX, de hecho, reconocer esto (por allí del 2005) dio origen a una pelea legal por los artefactos que Bingham llevó a la universidad de Yale para su estudio y terminó con la devolución de cientos de piezas a Perú a tiempo para festejar el 100 aniversario del descubrimiento la llegada de Bingham a Machu Picchu.
Lo que sí es indiscutible como consecuencia de la exploración y trabajo arqueológico inicial de Bingham es la apertura y promoción: dar a conocer Machu Picchu al mundo.
El problema de LA selfie
Es obligada. Punto. Es toda una declaración y las hay por montones. Todos hemos visto más de alguna. Aquí la mía, pero… es tan común ver sólo esta foto de la visita al sitio que me había creado la idea equivocada que el sitio sólo se podía visitar desde afuera; caminar por los alrededores y desde allí ver las ruinas. Nope. Puedes entrar (casi) hasta la cocina. Ahora, volviendo a ver algunas de las fotos de amigos, si pones atención: allí –casi siempre– está la gente, pero la cara en primer plano y las ruinas en sí acaparan toda la atención.
Otra cosa que es fácil pasar por alto son las terrazas de cultivo que hay en la cima de Huayna Picchu, la montaña de Machu Picchu, la nariz (sugiero click en las fotos para ver bien de qué hablo):
Hace algunos años alguien publicó una foto del sitio de más de 1,500 megapixeles que vale la pena ver como inicio de cualqueir viaje.
Pues bien, llegamos, nos tomamos la foto (la altitud es más o menos la misma que la Ciudad de México, ~2,400 metros sobre el nivel medio del mar [msnmm])… pero antes de bajar a la ciudad, decidimos subir a la Puerta del Sol. Conforme vas avanzando, por momentos pierdes de vista las ruinas y no ves más que montañas por todos lados, montañas y piedras estúpidamente grandes, algunas colocadas otras simplemente parte de la montaña. Cuando la ciudad vuelve a la vista, es una escena maravillosa. Tras una caminata de poco menos de dos kilómetros, pero un asenso de ~260m, llegamos a la puerta (2,660msnmm), “Intipunku” en quechua, desde donde se ve la ciudad entera y es punto un poco más alto que la cima de la montaña de enfrente, Phutuq K’usi (2,560msnmm).
Era el momento perfecto para sentarnos y brindar con la banda. (Gracias Bruxo por el receta inicial [inserción no pagada], gracias T&L por los travel shots ;))
“Por que cuando nos vaya mal, nos vaya como ahora (pero no tengamos que subir tanto)”
Machu Picchu
La ciudad entera se mezcla en el paisaje, es parte
La ruta a Machu Picchu
6am. Cita en el lobby del hotel para salir. Explora lo tiene todo solucionado, el chiste es sólo estar a tiempo para que la van te lleve a Ollantaytambo y de allí tomar el tren hasta el pueblo de Aguas Calientes. De allí sale el autobús que te deja en la entrada por una de las carreteras más sinuosas que he transitado en mucho tiempo; en menos de 800 metros lineales se suben 400m en un . Van. Tren. Autobús. 10am.
Precios para la visita de un día a Machu Picchu
Fecha del viaje: Julio 8, 2019, precios en dólares y partiendo desde Cusco.
- Bus de Cusco a Ollantaytambo: ~U$10
- Tren de Ollantaytambo a Aguas Calientes (ida y vuelta): U$140
- Bus de Aguas Calientes al sitio (ida y vuelta): U$24
- Entrada a Machu Picchu (extranjeros): U$50
- Guía para el recorrido (opcional pero muy recomendable): U$20
- TOTAL: U$244
Sí, no es poco dinero, pero vale la pena cada centavo.
Excelentes fotos , magnífica información que sugiere ir más arriba de la ciudad
Tomàndo el camino original de la ruta del sol !!
Jefe, como siempre, muchísimas gracias. Pero ¿estás seguro que no llegaste a la puerta del sol en el vochito aquella vez?