Hace algunas semanas me robaron el iPod, el cual en honor al pueblo donde fue concebido, en su momento lo llamé: Cupertino. Triste evento el asalto, aunque el haber hecho la tontería de romperle la nariz a uno de los asaltantes y librarla sin más que un codo adolorido, me dejó un sabor de boca no tan amargo. (Fue una de esas situaciones en las que no queda otra sino batirnos).
Sé que todo lo que tenía allí lo voy a recuperar cuando me compre otro (evidentemente esperaré al próximo Keynote por si las moscas), el problema es que ahora lo extraño, y mucho. Tenía una (a mi gusto) muy buena selección de música, capítulos escogidos de varias series y películas que aunque muchas ya las había visto, eran episodios especiales o películas de las que nunca te cansas de ver. Ahora que me han tocado algunos trenes o autobuses con puras películas dobladas o en mejor de los casos, malas y viejas ha sido un suplicio poder leer sin música o ver algo más por mi cuenta.
Tenía también algunas notas y libros, y a pesar de que no era el lugar donde más notas tomaba a veces me sacaba de algún apuro al respecto.
Usando la aplicación por defecto en conjunto con el Aperture, tenía un catálogo de fotos que me servían como apoyo en conversaciones o presentación de portafolio on the go, además de las galerías equivalentes a “la foto en la cartera”.
En cuestiones de juegos no era tan fan, tenía un par que me hacían pasar el rato de vez en cuando, pero nunca fue el uso principal que le dí.
Podría también hablar de las apliaciones que había comprado (nunca lo jailbrequee) como los mapas ad hoc de Lonely Planet , algún otro para trecking en sudamérica, alguna aplicación para buscar vuelos u hoteles (que me salvaron una vez y recuerdo de otra vez que me hicieron ahorrarme unos 100 dólares), saber qué tan nublado podría estar mañana o tener el clima para la semana (cuya efectividad, por cierto, era inferior al 30% en algunas ocasiones).
Pero no, lo que más extraño del iPod era una aplicación vulgar y soez como sólo ella: el piano de pedos (y eructos). Recomendada por un amigo de AD hace algunos meses, encontré en ésta, la mejor herramienta para terminar conversaciones idiotas o simple y sencillamente hacer ver mi opinión (o de quien me pidiera prestado el iPod para tales fines).
idiota – Sabes, está demostrado científica y religiosamente(sic) que la teoría de la evolución es una teoría conspiratoria creada por el FBI, el Mosad y la KGB que lograron viajar en el tiempo para darle instrucciones precisas a Darwin de cómo actuar para confundir a la gente y así destruir el mundo en el 2012?
iPod del beco (cuya aplicación en cuestón estaba en los favoritos) – prrfffrt (en Do mayor (C), porque como dije, era un piano de pedos).
O alguna otra situación como (recordando el efecto «estudio matemáticas»):
Idiota – A ver matemático ¿cuánto es: el número de cerillos en esta caja (cerrada, obvio) al cuadrado, menos mil doscientos treinta y dos entre i por la raiz cuadrada del número que estoy pensando?
Veo clarísima la escena donde @ialdasoro me pide el iPod y contesta igual que yo, pero digamos que él, aprovechando las notas, en Fa menor (Fm).
En fin, en su momento ya recuperaré el iPod, que por cierto, tengo por norma no repetir nombres y a este no sé aún cómo ponerle, y con éste la útil capacidad de cerrar algunas conversaiones idiotas con sólo darle tap a un botón (o ícono o lo que sea).
Si esto te es soez, lo siento (o no), pues es como la vida misma.
Que te parece Steve 😛 o Jobsy 😛
Que bueno es verte ya repuesto de tu “jakeo” 🙂
Todos echamos de menos tu piano de pedos… XD
Lo siento por tu asalto y la pérdida de tu iPod. Te entiendo bien. Sentiría lo mismo con mi iPhone.
Espero pronto lo recuperes. Sólo ten en cuenta que el próximo Keynote para iPods es hasta Septiembre. ¿Aguantarás? :S
Una lastima lo del robo. Pero para la proxima cuando te intenten robar no te resitas porque puedes perder la vida por ello.
Tu vida no vale la de un Ipod, eso se arregla comprando otro, si te matan los ladorones la vida no se recupera con nada.
Un abrazo
Jimmy
Definitivamente es un horror que le roben a uno lo que más aprecia, y a lo que tanto está uno muy apegado.
a estrenar pronto porq con la tecnologia no hay negocio
siento mucho lo de tu asalto, y lamento tu perdida material. Pero gracias a Dios estas con bien entre nosotros.
Asi q animo.
Una p.utada..pero que solo sea eso
Lo lamento sobretodo por el piano de pedos… Impresionante aplicación imprescindible en cualquiera iPhone que se preste. Tomatelo con la calma y no le des más vueltas… Al final tendrás la suerte de comprarte el nuevo modelo “compatible” para zurdos y diestros. Saludos
Al menos a alguno le diste un golpe no? jejeje
era hora de cambiar el ipod XD
pues si!