Ayer experimenté una sensación tan increíble que es difícil de describir.
Por primera vez llevé el timón de un velero en altamar. Había llevado el timón de botes de motor e incluso un poco más grandes que este bote, pero nunca un velero y menos llevando el timón a caña.
El día estuvo movido; vientos rudos y marea alta. Pero al regresar a puerto, navegando en dirección de las olas, surfear desde un velero y sintiendo el mar en el timón… qué sensación más increíble. Lástima que tardará en repetirse…
Mil gracias a Tomy Pelluz por la invitación y las clases…