Desde hace algunos dias, he estado leyendo cierto libro (pronto la reseña) recomendado por dos personas. Para empezar se me hizo chistoso que en una novela, en la primera página justo debajo del autor y en un tamaño de letra a lo más un punto por debajo de este, escribe “traducción por Fulano de Tal“. En general los traductores quedan en un segundo (si no es que tercer) plano por detrás del autor, son solamente un instrumento de internacionalización de la obra. Claro que existen los casos que se cuentan aparte, como algunas traducciones de Borges (o Borgues, jeje) o de algún otro erudito, pero el nombre de este pelao en especial no me decía absolutamente nada.
Pero bien, el protagonismo del traductor, además del super crédito en primera plana, se ve claramente en su trabajo.
La historia trata de libros, de Nueva York, de libros de libros y un punto muy importante: de un juego de video, que toma parte principal de la historia. Junto con este juego de video, algún personaje secundario (constantemente presente) es un geek, vive y sueña de computadoras. Sería completamente lógico que el mentado Señor Don Traductor si no se metiera a fondo en el lenguaje y argot de esta subcultura innegablemente presente, se asesorara con alguna persona dentro (o cercana) a esta.
Cito textual un par de líneas:
– ¿Una fiesta qué?
– Una fiesta RAL; fiesta “Red de Area Local” (chale, chale y chale, se oye de la chingada)
– Es un juego de origen abierto (traducción literal de open source, donde ni siquiera le atina a la acepción correcta de source)
– En el disco duro del ordenador, había trayectoria… (donde tanto en españa como en méxico se utiliza la palabra “ruta”)
– Las nuevas pequeñas imágenes el la pantalla principal del sistema operativo… (supongo que quizo decir algo así como “Los nuevos iconos en el escritorio…”)
Yo se que la costumbre de muchos traductores la traducción debe de ser completamente literal, pero hay veces que la obra en cuestión no es la primera en tocar tales términos, por lo que yo creo que tiene la obligación, como dije, de al menos asesorarse o que algún revisor del trabajo de traducción debería ser alguien que entienda el argot de la obra.
¿Qué libro es?
¿Cuál es el título en inglés?
Siempre será complicado traducir cualquier libro que tenga determinado argot tecnológico — busca “cederrón” en el Diccionario de la Real Academia, para que veas lo que es bueno.
Douglas R. Hofstadter, (del famoso Godel, Escher y Bach) tiene un libro dedicado al tema de las traducciones (Le Ton Beau de Marot).
Es un ejercicio fascinante en la traducción de poemas, partiendo de la traducción literal que destruye por completo la emoción que desea transmitir el poeta.
Una sección toca precisamente este tema, de la traducción literal de novelas.
Acerca de una traducción norteamericana de una novela rusa, comenta que se sentía en Utah en lugar de Siberia (demasiado bien traducido); y de la traducción de su libro GEB al Chino, que se peleó con los traductores que querían dejar traducciones “literales” para que se leyera “exótico” para los chinos.
Otro ejemplo, hay quienes dicen que las traducciones de Shakespeare al alemán son mejores que el original (!).
No olvidemos algunos fanáticos de “Viaje a las Estrellas”, quienes aseguran que es mejor el Shakespeare en el Klingon “original”. Eso es ser hardcore nerd.
Kaio: el libro se llama codex, pero justo lo que no quiero es juzgarlo solo por la traducción que me tocó leer, por lo que para referencia, si es lo que se busca, haré un post completo con la crítica al libro.
Won-Tolla: Jajajajajaja, ciertamente olvidé que Hofstadter toca el tema de las traducciones justamente en el prólogo especial para GEB al español, cuya traducción está llena de coincidencias chistosas.
Justamente Mr. Turttle pasa en español a ser La Señora Tortuga, importante cambio el género de cualquier persanaje no?
Saludos!
“Traducido por”
Un desconocedor de la cultura geek. Un blasfemo!
Fiesta RAL??????????????
Gracias por el post, me recordaste algo de las traducciones de páginas web que puse aquí.
Carajo!
Es increíble cómo traducen -si a eso se le puede llamar traducción- algunos tipos.
Y eso ocurre muchísimo más con libros de nicho, muy específicos. En el caso de la cirugía, no es la excepción, sino más bien la regla, por eso prefiero leer todo en el idioma original (en la medida de mis posibilidades linguísticas)