Sobre "El Gato" (4 min read)

Esto es un extracto del discurso central a cargo del escritor colombiano R.H. Moreno-Durán en la entrega del premio Juan Rulfo en el 2001 al escritor mexicano Juan García Ponce. Originalmente lo leí en Apostillas Literarias, ahora no lo encuentro, por lo que pasé a buscarlo (y afortunadamente encontrarlo) por aca. Altamente recomendable.

El sentido de la honestidad me obliga a confesarte ahora una historia cuyas incidencias me persiguen desde hace exactamente diecisiete años, y que ni siquiera con ayuda etílica me he atrevido a contarte antes. Para darme ánimo echo mano de una frase tomada del Libro VIII de la Ética a Nicómaco, cuyo tema, como es sabido, es la amistad. Dice allí el filósofo: “La amistad es una asociación, y lo que uno es para sí mismo lo es para su amigo. Ahora bien, lo que uno ama en sí mismo es sentir que se existe, y se complace en la misma idea respecto del amigo”. Y ahí va mi historia.
Una noche del verano de 1984, en un cocktail muy animado, una muchacha de unos veinte años y muy atractiva me abordó y con toda la franqueza de que son capaces las catalanas me dijo a quemarropa que yo le caía muy gordo pero que, en cambio, le había gustado mucho mi última novela. Le agradecí muy sinceramente su franqueza pero ella optó por el lado de la apología. Su satisfacción como lectora y la mía como autor corrieron parejas con una buena profusión de vino Sangre de Toro y al final de la noche, como decían antaño las señoras, ocurrió lo que tenía que ocurrir. Nos vimos con frecuencia durante varias semanas más pero algo terminó por ponerme en estado de alerta. Ella quería que imitáramos lo que hacían los personajes de la novela pero ante sus iniciativas yo no salía de mi asombro, pues jamás había escrito secuencias tan sicalípticas.
No obstante, ya metido en gastos, decidí seguirle la corriente y hacer lo que me pedía: escribir cada uno un diario por separado y luego llevar a la práctica juntos lo que cada uno en lo más sucio de su imaginación había forjado. Confieso que esta actitud me resultó no sólo grata sino fecundísima en ardides y ardores. Y todo habría llegado a límites extraordinarios si no hubiera sido por el gato. “Ahora le toca el turno al gato”, me dijo una noche. Y yo quedé fulminado por el asombro. ¿Cómo involucrar en nuestro comercio íntimo a un gato cuando ni siquiera soy capaz de controlar a una mujer? Se lo dije y ella se rió, aunque el asunto no iba a durar mucho, pues una cosa es hacer reír a la amante y otra que la amante se ría de uno. En resumidas cuentas, me negué a meter un gato en mi cama y acto seguido la muchacha me apostrofó y me tildó de farsante.
Supe que algo andaba mal en el guión y entonces se me ocurrió preguntarle cuál era esa novela mía que tanto le había gustado a pesar de yo caerle tan gordo. “De ánima”, dijo como si fuera la cosa más natural del mundo. Supe entonces que durante ese tórrido verano había construido el amor sobre un equívoco pero ya era demasiado tarde para aclarar la situación. Yo no escribí De ánima pero me la gocé. Ha sido la usurpación más involuntaria y sensual de mi vida y te lo agradezco, querido Juan. Sencillamente ocupé tu lugar e hice las cosas lo mejor que pude. Tú escribiste la historia de Paloma y Gilberto y la muchacha y yo nos pusimos en el lugar de tus personajes. Y todo iba bien hasta que el gato reclamó su lugar en la ceremonia. Viví a fondo todo eso y cobré en especie tus derechos de autor. Y ni modo de devolverte ese favor con la misma moneda. Lo único que se me ocurrió fue cambiarme de barrio, pues cuando la muchacha descubriera el infundio lo más probable es que me demandara por violación o algo así. Pero tengo la conciencia tranquila, ya que mi pasión fue necesaria para que se cumplieran tus escrituras”.



Quien guste leer El Gato, lo encuentra fácil El Gato y otros cuentos de Juan García Ponce.


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5 thoughts on “Sobre "El Gato"”

  1. Hola, buenos dias.
    Aqui puedes hallar lo que buscas, es el Sitio del escritor Juan García Ponce, está en la parte de arriba en mi blog, a la izquierda hay un botón. La página es:
    http://www.garciaponce.com/
    Picas y entras, luego entras a “Premio Rulfo”, luego a “Entrega” y por último a “Semblanza”.
    Muchos saludos, y gracias por la referencia.

  2. Yo conocí a García Ponce, cuando estaba en primero de preparatoria, con “Inmaculada o los placeres de la inocencia”, uno de mis libros favoritos por excelencia, y de ahí me segui, si no mal recuerdo tengo ademas de “El Gato” el de “La casa en la playa”.
    Ponce Rulz

  3. García Ponce es uno de mis ídolos e influencias. Si ya leíste “Las Fiestas” te habrás dado cuenta.
    “La Casa en la Playa” es una novela magistral y si algún día vienes por el norte y tienes tiempo, te la dejaré para que la leas — pero de mi casa no sale, carnal, porque es 1ª edición- y te embrujes con ella y me cuentes qué viste.
    Te mando un abrazo.

  4. Por azar me llegó Inmaculada hace como dos años, cuando me contaste la anectoda literaria no los asocié sino hasta después. Por cierto lei el gato, bastante bueno.
    Por cierto mis primeros recuerdos de Skene fueron precisamente cuando estaba leyendo inmaculada, ella comentó en mi bló casi lo mismito que escribió aquí.

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